Otro día en el que despertarse es un motivo suficiente para hallar un llanto.
Realmente a nadie le importo, es una soledad absoluta.
Mis pensamientos y yo; yo y mis pensamientos. No hay nada más. ¿Por qué deseo amor? ¿Por qué lo necesito?¿No podría, simplemente, estar en paz?
Ya lo decía aquel señor de la calle emitido en "callejeros": lo peor de vivir en la calle es la soledad. Y tiene razón. Si no puedes compartir, nisiquiera, los buenos momentos, ¿Qué sentido tiene seguir en esta dimensión en la que eres invisible?
Me aterra el futuro, pero realmente lo que me aterra es seguir sola el resto de mi vida. Que nadie celebre nada conmigo, qué nadie me limpie las lágrimas.
Tu vida es una farsa, Paula, nada te va bien.